El Profesor David Sinclair, un experto genetista de la Universidad de Harvard, ha explicado por qué nuestro estilo de vida moderno puede poner en riesgo nuestra longevidad. Según el especialista, la combinación de factores como el sedentarismo, la mala alimentación y el estrés crónico afectan negativamente nuestros genes y aceleran el proceso de envejecimiento.
El genetista señala que la falta de actividad física y una dieta poco saludable pueden desencadenar procesos inflamatorios en nuestro cuerpo que afectan la expresión de nuestros genes. Además, el estrés crónico produce un aumento en la producción de cortisol, una hormona que puede causar daño celular y acelerar el envejecimiento.
Para contrarrestar estos efectos negativos, el experto recomienda mantener un estilo de vida activo y saludable que incluya ejercicio físico regular y una dieta equilibrada y variada. Además, es importante reducir los niveles de estrés y llevar una vida emocionalmente satisfactoria.
En conclusión, nuestra vida moderna puede ser un obstáculo para nuestra longevidad si no adoptamos hábitos saludables y reducimos el estrés en nuestro día a día. La clave para una vida larga y saludable está en cuidar de nuestro cuerpo y nuestra mente de forma consciente y constante.